Él yace en este mundo sin ánimo ni sentido y sin querer mostrarse a los demás. Cuenta lo días para irse, irse sin dejar a penas un rastro, apenas una huella, apenas un leve suspiro en el aliento del tiempo. Pobre iluso, cree que el fin se acerca, a pesar de que cada vez diste más de él.
Mi mente, en cambio, no hace otra cosa, mirar atrás parece su único aliciente para seguir anclada aquí. -¿Por qué no es capaz de continuar sin rememorar tiempos pasados? ¿Por qué no es capa de olvidar todo aquello que le hace sufrir? ¿Por qué no es capaz de continuar sin mí? -No lo sé, tampoco sé si lo sabré o entenderé algún día. Solo sé que ahora, le toca seguir así, ahogando sus penas en un triste vaso de ginebra…
No hay comentarios:
Publicar un comentario