martes, 17 de agosto de 2010

Y lo bien que me siento después de escribir...

No paro de repetirme lo mismo una y otra vez y sigo sin conseguirlo aun...

"Tengo que conseguir que no me afecten tanto las acciones
y actos de aquellas personas que me importan de verdad"

Realmente no me hace ningún bien, entre tantas vueltas, mi cabeza acabaría perdiendo el norte...
Convencido estoy de la importancia de esas personas para mí, siendo cierto también que me cuestiono sí eso es recíproco pero nunca ha sido una duda con mucho fundamento, una leve brisa se la suele llevar, pero está ahí. Pero lo que me preocupa es que esas personas se hayan llegado a cuestionar su importancia. Eso me dolió, me duele y me dolerá.


Nunca pondré el tejado sobre una casa sin cimientos, los cimientos llevan años colocados, la estructura es cierto que hace poco se vino abajo pero que ahora se empieza a levantar siendo sólida, me da igual cuanto tarde siempre que el cemento fragüe bien.

Aquel castillo con el que sueño y siempre soñé perdido en tierras bárbaras, quizá algún día puede proyectar su reforma para empezar a vivir en él, pero ni prisa tengo, ni falta que hace.
Mi casa, nuestra casa, aun se está levantando. ¿Por qué he de pensar en una segunda residencia que otros ya tienen? No. Ahora no es el momento. Quizá nunca lo sea, pero por lo menos se que techo no me va a faltar.

Y sí, por mucho que no lo parezca y yo incluso me lo cuestione, me da igual que la gente tenga una casa mejor y una segunda residencia y no se tenga que preocupar nunca más de nada. Yo elegí preocuparme e intentar mejorar. Y sí, elegí bien por mucho que eso sea cuestionado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario