sábado, 30 de octubre de 2010

¿Valentía?



"Ser valiente no sólo es cuestión de verte.
A veces no soy yo, busco un disfraz mejor...
bailando hasta el apagón
disculpad mi osadía"



Existen momentos en la vida en los que todo te supera, momentos en donde gota a gota, el vaso sigue desbordándose, momentos en donde la gente da por hecho que harás tal cosa o irás a tal sitio, como si de un buen animal de costumbres se tratase…


Además, la gente espera de ti cosas que ni tú en tus mejores momento pensaste alcanzar y, sin embargo, las intentas ahora, a pesar de saber que te enfrentas a una caída abismal en la que ni si quiera se ve el fondo del precipicio…


Pero ante esta situación, ¿tú qué haces? Simple, lo que todo el mundo espera: seguir, seguir, caer y levantarte, tú solito.


La gente se asombra de tu fuerza y atribuye esa cualidad, trabajada durante años, como propia de ti, pero no es así. Cada caída supone un golpe, una herida, una lágrima ... y el volverse a levantar, implica otra caída, otro esfuerzo perdido, otras fuerzas que podrían haber sido orientadas hacia un fin mejor y, a pesar de todo, aquí estás, aquí sigues.


Lo que sientes detrás de esa caída, lo que tu mente experimenta queda anclado en tu interior, es algo que no está a la vista de todo el mundo, solo unos privilegiados son capaces de verlo y, no obstante, muchas veces miran hacia otro lado; es más sencillo. Creedme cuando os digo que romper esas cadenas no es fácil y menos, ayudar a alguien a romperlas.


Durante unos instantes quiero no volver a levantarme. Quiero dejar de avanzar por esa senda, apartarme de ese camino e intentar buscar otro mejor. Pero como todo, tiene un matiz: solo durante un instante…


“Cuando todo es oscuridad y,

entre tanta gente que te quiere,

te sigues sintiendo solo,

¿qué hacer?…”

martes, 12 de octubre de 2010

Sentirse así

-¿Realmente merece la pena que te sientas así?
-No sé. Es la preguntar de mi vida y aun sigue sin respuesta...
-Intenta buscarla pero te advierto de ante mano que no será fácil.
-Tampoco quiero encontrarla, no quiero buscar ninguna respuesta, antes tenías las suficientes.
-Lo sé pequeño pero debes aprender a controlar tus emociones, te irá mejor.
-No quiero ni tener emociones ya, solo quiero que todo vuelva a ser como antes.

-¿Has llegado a pensar qué es lo que cambió?
-No, y creo que tampoco lo quiero saber, simplemente nunca ví algo así y cuando lo ví y no era para conmigo, una parte de mí cambió y empecé a fijarme solo en lo que me hacía sufrir. Qué imbécil, ¿no?
-Un poco para que negarlo. Sabes perfectamente que tú eres ahora así por él, que te reporta más cosas buenas aunque no te fijas en ellas...
-Déjame, por hoy no quiero pensar más.

Cuerpo, alma y mente

Efímero, huidizo, mortal, mi cuerpo; sí, solo mi cuerpo, mi alma escapó de aquí escaldada y cabizbaja no hace tanto tiempo para no regresar y mucho menos para mirar atrás.

Él yace en este mundo sin ánimo ni sentido y sin querer mostrarse a los demás. Cuenta lo días para irse, irse sin dejar a penas un rastro, apenas una huella, apenas un leve suspiro en el aliento del tiempo. Pobre iluso, cree que el fin se acerca, a pesar de que cada vez diste más de él.

Mi mente, en cambio, no hace otra cosa, mirar atrás parece su único aliciente para seguir anclada aquí. -¿Por qué no es capaz de continuar sin rememorar tiempos pasados? ¿Por qué no es capa de olvidar todo aquello que le hace sufrir? ¿Por qué no es capaz de continuar sin mí? -No lo sé, tampoco sé si lo sabré o entenderé algún día. Solo sé que ahora, le toca seguir así, ahogando sus penas en un triste vaso de ginebra…